Lluvia, frio, granizo, viento...vaya combinación

El miércoles fue, sin duda, el entrenamiento más duro.
Antes de salir, estuve en el gym fortaleciendo piernas, que después del entrenamiento del martes, el cúal fue un progresivo de 80' terminando por debajo de ritmo de maratón, tenía las piernas cargadas.
Sabía que después de las pesas, el entrenamiento es duro, porque las piernas van muy cargadas, y no se tienen buenas sensaciones, pero lo que me esperaba era algo peor...
Nada más salir, en menos de 5' ya estaba calado hasta los huesos. Subiendo hacia el Santo, al calado se unió el fuerte viento del suroeste que no me dejaba casi avanzar. Después de dar una vuelta por la iglesia de Armentia y salir del pueblo, lo que me esperaba era peor, porque aparte del agua, del fuerte viento en contra, del frio que hacía, se unió en esa zona el granizo...
Si el entrenamiento hubiese quedado así, ni tan mal, pero es que ese recorrido lo hice 2 veces más, para completar los 80' que tocaban.
Varios minutos tardé en recuperar el dolor de manos por el frio, a pesar de los guantes que llevaba, y un poco más tarde en olvidarme del dolor que me produjo un granizo en el labio...
Fue uno de esos días que la noche antes de correr el maratón te acuerdas, y dices que si eso no te freno, es porque te ha hecho un poquito más fuerte...asi que a pesar de no ser un día para recordarlo por lo bueno, lo recordaré como un entrenamiento que supe afrontar, terminar, y sacar incluso buenas sensaciones